ASOCIACIÓN MEXICANA DE ANTROPOLOGÍA BIOLÓGICA, A. C.

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La doctora Ada d’Aloja Ameglio falleció el pasado 27 de agosto de 2004 a la edad de 104 años, en la ciudad de Morelia, Michoacán, México, lugar en el que había fijado su residencia en los últimos años. Presentamos a nuestros lectores la semblanza que escribió en 1990 una de sus alumnas, la Mtra. Faulhaber, ya fallecida también.


Dra. Ada d'Aloja Ameglio
SEMBLANZA*

Johanna Faulhaber Kamman

* Esta semblanza fue publicada 1990, con el título: "Ada d’Aloja, semblanza". En: Antología de mujeres universitarias, 115-119, UNAM, México, y reproducida en Cien años de antropología física en México. Inventario bibliográfico, de María Villanueva, Carlos Serrano y José Luis Vera, pp 65-70, Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, 1999, México.

PUBLICACIONES


Dra. Ada d'Aloja



Aunque en México se habían iniciado los primeros estudios de antropología física desde principios del presente siglo, no fue sino hasta la tercera década cuando las investigaciones en este campo científico adquieren un enfoque profesional. Gran parte de este cambio se debió a la llegada de una antropóloga física, de nacimiento italiano, la doctora Ada d’Aloja.

Ella nació en Bolonia, Italia, el 26 de junio de 1900, pero optó por la nacionalidad mexicana en 1960. Siendo su padre militar, desde su infancia ella se acostumbró a ser disciplinada y enfrentarse con valentía a todas las circunstancias, buenas o adversas, con las cuales se encontró en el transcurso de su larga vida. Pero fue sobre todo bajo la influencia de su madre que se despertó en la joven Ada el interés por seguir una preparación profesional universitaria, hecho poco común entre las mujeres de aquella época.

Con tal fin logró ser inscrita en 1924 en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Roma, Italia, donde obtuvo en 1928 su primer doctorado en química. Fue entonces cuando cambió el enfoque de sus intereses y decidió continuar sus estudios en la Universidad de Roma, en otro campo científico, y en 1932 obtuvo su segundo doctorado, ahora en geografía.

Fue entonces cuando bajo la tutela de su profesor Guiseppe Sergi se despierta en Ada d’Aloja la inquietud por la antropología. Este hecho coincidió con el interés que Corrado Gini, presidente del Comitato Italiano per lo Studio dei Problemi della Popolazione, había mostrado por la población de América, que vivía en aislamiento, al igual que por los productos del mestizaje entre blancos, negros e indígenas, lo que indujo al Comitato Italiano a iniciar sus estudios en México en 1933.

Este ambiente mexicanista y los consejos de Guiseppe Sergi la indujeron a venir a México en 1933, país que desde entonces ha sido el centro de sus actividades. Aquí sus labores científicas se concentraron en dos campos de la antropología íntimamente ligados: la enseñanza y la investigación.

En cuanto a la enseñanza, de 1939 a 1941, fue uno de los profesores fundadores de la carrera de antropología física en el Departamento de Antropología de la Escuela Nacional de Biología del Instituto Politécnico Nacional, departamento que se convirtió en 1942 en la actual Escuela Nacional de Antropología e Historia de la Secretaría de Educación Pública. Durante estos años impartió los cursos de antropología física general, estadística y biometría a los primeros estudiantes de la enseñanza formal de la nueva carrera de antropología física en México. Debido a que había conservado su nacionalidad italiana, tuvo que renunciar a sus puestos en México durante la Segunda Guerra Mundial, pero con posterioridad fue de nuevo profesora de la Escuela Nacional de Antropología de 1944 a 1962. Durante estos años impartió en ella las cátedras de biotipología, de demografía, al igual que de 1959 a 1962 la de genética humana y un seminario de investigación antropológica.

En la actual Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México impartió los cursos de antropología física (1953 a 1960), demografía (1962 a 1966) y estadística (1965 a 1966).

En el México City College, que posteriormente se convirtió en la Universidad de las Américas en Cholula, Puebla, se hizo cargo de los cursos de antropología física (1954 a 1976), demografía (1963 a 1969) y estadística (1967 a 1972). En esta universidad se le nombró jefa del Departamento de Antropología y Sociología (1975 a 1976).

Las investigaciones que llevó a cabo de 1937 a 1939 abarcan estudios antropológicos y demográficos entre diversos grupos indígenas (quiché, mame, pocoman, chorotega, chibchamizquito y payalenca) de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Los datos antropométricos obtenidos entonces por ella y publicados en 1939 y 1940 representan los únicos con los que se cuenta hoy en día para estas poblaciones.

De 1939 a 1941 D’Aloja se incorporó como investigadora al Departamento de Antropología Física del Museo Nacional de Antropología de México, donde llevó a cabo la obtención de datos antropométricos entre los chinantecos, de Oaxaca, así como entre niños escolares de Mixquic, Distrito Federal.

Fue nombrada jefa del Laboratorio de Biotipología del Instituto Politécnico Nacional (1942 a 1952). De hecho, ella introdujo los conocimientos de la Escuela Biotipológica Italiana en México y publicó en 1947 (en colaboración con José Gómez Robleda) la primera exposición de la metodología seguida por Viola y Bárbara para determinar el biotipo. Simultáneamente obtuvo datos sobre el reflejo óculo-cardiaco en 1,534 alumnos de esta institución que publicó en 1953 y obtuvo datos de capacidad física entre los indígenas otomíes del Valle del Mezquital, Hidalgo.

En 1945 estudia las condiciones físicas de los trabajadores de la mina de Nativitas de la Sierra de Juárez, Oaxaca.

De 1955 a 1966 se le nombró investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde inicia sus estudios con una indagación sobre las diferencias morfológico-funcionales entre trabajadores y estudiantes de la ciudad de San Luis Potosí, SLP.

En 1959 publicó, en colaboración con José Gómez Robleda, un estudio sobre las condiciones de vida de 1,210 familias de la clase social media de la ciudad de México. En 1966 fue nombrada directora del trabajo de campo de la investigación sobre la familia mexicana, patrocinada por la Fundación Ford.

Por sus méritos, la OEA le otorgó en 1962 y 1963 una beca para asistir como investigadora de genética humana a la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, Pennsylvania.

Al abandonar la Universidad de las Américas, se integra de nuevo a la Universidad Nacional Autónoma de México, ahora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, donde sigue prestando sus servicios como investigadora de tiempo completo.

Además de haber trabajado datos de archivo obtenidos por ella, ha llevado a cabo una investigación demográfica en el Valle del Mezquital, Hidalgo, acerca del recién nacido (1977 a 1979), y actualmente recaba datos demográfico-fisiológicos en un ejido del distrito de Zamora, Michoacán (1983 y ss).

Por sus méritos como profesional y universitaria fue nombrada en 1985 investigadora del Sistema Nacional de Investigadores de México, y por haber sido durante décadas una de las profesoras más destacadas en la enseñanza superior, la Universidad Nacional Autónoma de México le otorgó en 1986 el premio Universidad Nacional en la rama de Docencia en Ciencias Sociales.

Con admiración hay que reconocer que son pocos los investigadores que a su avanzada edad siguen siendo capaces de llevar a cabo la obtención de nuevos datos demográfico-biológicos, trabajando sin comodidades en pequeños pueblos, en archivos parroquiales o en un ejido de Michoacán. Para ella esto se debe a la disciplina para sobreponerse a dificultades que adquirió durante su infancia.

Sin embargo, en sus relaciones personales, esta fuerza de carácter se combina con una gran dulzura y comprensión que siempre ha mostrado hacia los problemas y dificultades, por lo que sus alumnos y colegas buscan su apoyo y consejo.

Después de lo expuesto, no es de extrañarse que para el mundo antropológico de México su llegada haya sido crucial para el desarrollo posterior de esta ciencia, ya que sus enseñanzas aún forman parte importante en los conocimientos adquiridos por los jóvenes antropólogos físicos a través de sus actuales maestros, a cuya formación científica contribuyó en alto grado la doctora Ada d’Aloja.








Publicaciones en orden cronológico

D’Aloja Ameglio, Ada (1939). Informe sobre la investigación antropológica-demográfica realizada en Centroamérica. Publicación 39, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 35 pp, México.

D’Aloja Ameglio, Ada (1940). Sobre la variabilidad de algunas características antropológicas entre indígenas centroamericanos. Publicación 43, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 52 pp, México.

D’Aloja Ameglio, Ada (1942). Sobre la variabilidad de algunos caracteres antropométricos observados en grupos indígenas centroamericanos. 27 Congreso Internacional de Americanistas, 1: 178-185, México.

Gómez Robleda, J. y Ada d’Aloja Ameglio (1947). Biotipología. Talleres Gráficos de la Nación, 176 pp, México.

D’Aloja Ameglio, Ada (1953). Exploración del sistema de regulación autónoma de un grupo de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional de México. Memoria del Congreso Científico Mexicano, 12: 31-77, Universidad Nacional Autónoma de México, México.

D’Aloja Ameglio, Ada y J. Gómez Robleda (1959). La familia, la casa. Cuadernos de Sociología, 152 pp, Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, México.

D’Aloja Ameglio, Ada (1960). Caracteres somáticos de los indios otomís. En: J. Gómez Robleda (editor), Estudio biotipológico de los otomís, Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, 192 pp, México.

Gómez Robleda, J., Ada d’Aloja Ameglio et al. (1961). Estudio biotipológico de los otomíes. Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, 192 pp, México.

D’Aloja Ameglio, Ada (1980). La población del Valle del Mezquital. Anales de Antropología, 17 (1): 187-198.

D’Aloja Ameglio, Ada (1981). Fecundidad en un pueblo rural. Anales de Antropología, 18: 201-216.

D’Aloja Ameglio, Ada (1982). Corolario a "Data antropométrica". Estudios de Antropología Biológica, 1: 461-470.

D’Aloja Ameglio, Ada (1983). La hora del nacimiento en El Mezquital. Anales de Antropología, 20: 147-156.

D’Aloja Ameglio, Ada (1983). Condición del recién nacido en El Mezquital. Instituto de Investigación Científica Tropical de García de Orta, 2: 121-126, Lisboa.

D’Aloja Ameglio, Ada (1987). Chinantecos y zapotecos: comparación entre algunos caracteres somatométricos. Anales de Antropología, 24: 385-400.

D’Aloja Ameglio, Ada (1987). Determinación dinamométrica. Estudios de Antropología Biológica, 3: 255-265.

D’Aloja Ameglio, Ada (1987). Condiciones del recién nacido en El Mezquital. Anales de Antropología, 22: 379-391.

D’Aloja Ameglio, Ada (1988). Características somatofisiológicas de un grupo zapoteca de la Sierra de Juárez, Oaxaca. Anales de Antropología, 25: 399-431.

D’Aloja Ameglio, Ada (1989). Función pulmonar en mineros de la Sierra de Juárez, Oaxaca. Estudios de Antropología Biológica, 4: 305-328.

D’Aloja Ameglio, Ada (1993). Población de la ciudad de San Luis Potosí: datos bio-antropológicos. Anales de Antropología, 28: 15-56.

D’Aloja Ameglio, Ada (1997). Mortalidad infantil en una zona rural del Valle del Mezquital. Estudios de Antropología Biológica, 6: 119-127.

D’Aloja Ameglio, Ada (1998). Antropometría chinanteca. En: M. T. Jaén, S. López, L. Márquez y P. Hernández (editores), Tiempo, población y sociedad. Homenaje al maestro Arturo Romano Pacheco, pp 127-140, Colección Científica 365, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.








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